martes, 16 de agosto de 2011

ETAPA 8 de 8: Trento - Riva del Garda (23-Julio-2011)


  • Distancia: 75,76 km.
  • Desnivel acumulado: 2.162 m.

Llegó el último capítulo de esta aventura, el desenlace a esta historia que comenzó muchos meses atrás.

Como si escrito por un retorcido guionista de cine se tratara, parece que para que esta aventura alcance los tintes de épica, es necesario siempre dar una vuelta de tuerca más, y que las cosas se compliquen. Anoche pasé una noche horrible, con fiebre alta, sudores y dolor de garganta y oídos.

He amanecido hecho un despojo humano. Esos típicos días que todo el mundo alguna vez ha tenido, con gripe, fiebre, te duelen los oídos, la garganta y tienes el cuerpo que parece como si hubieras estado haciendo de sparring de Mike Tyson. De esos días que no puedes hacer otra cosa que quedarte en la cama drogándote todo lo que puedes. Pues así, pero no me queda otra que subirme a la bici de nuevo. Mejor no pensar.

De izda. a dcha: Jose, Paco, Manolo, Antonio, Yo y Dani en la salida de Trento.

El día ha amanecido lloviendo a ratos. Pero ya, sea como sea, "sólo" 75 kilómetros y 2.162 metros nos separan de cumplir nuestro reto.

Comenzamos la etapa, a pesar de la situación estoy animado, pero enseguida la fiebre se encarga de ponerme en mi sitio: me pongo a sudar como nunca en mi vida, y veo como bikers y bikers me adelantan irremediablemente. Bikers de todas las condiciones y niveles me parecen hoy Migueles Indurain. Me es imposible hacer otra cosa que no sea poner el plato pequeño y piñones muy altos y verlos alejarse: hoy esa no es mi guerra. Poco a poco me he voy quedando en los últimos puestos de la carrera.

Y en estas condiciones me quedan 70 kilómetros por delante!! ...hoy va a ser un día muuuy largo. Empiezo a echar números de tiempos en mi cabeza. Mi único temor ahora mismo es entrar hoy fuera de control, fuera del tiempo establecido para la etapa, y no poder ser Finisher después de todo lo sufrido. Pero los números me dicen que por mal que vaya, a partir del kilómetro 50 el terreno es favorable. Creo que puedo arrastrarme hasta el kilómetro 50. Cuantos cálculos se echan cuando uno va tan mal!!

Cada subida es un verdadero infierno, voy a un ritmo casi parado. De hecho a ratos, aunque no me gusta, me bajo de la bici para desconectar un poco. Total, voy a la misma velocidad andando que montado. Estoy con los sudores de la muerte, y sin nada absolutamente de fuerza, completamente vacío.

Cuantos pensamientos pasan por mi cabeza, mientras cabizbajo, el suelo pasa tan despacio bajo mi bici, mientras veo las gotas de sudor caer lentas. Cuantas conversaciones pasan por mi cabeza. "Hablo" con personas queridas para mí, sobre todo con una muy especial. Oigo sus palabras nítidas. Oigo sus ánimos. Ambos sabemos que no soy especialmente bueno en esto, pero eso nunca se nombra, ni siquiera me deja hablar cuando alguna vez mi autoestima baja, siempre me habla como si fuera un campeón y me demuestra admiración, resaltando mi tenacidad y constancia. Y me hace sentir bien. Me emociono, aquí, en solitario, entre estas extrañas montañas, tan lejos de casa, viendo las gotas de sudor caer lentas.

En la segunda subida, Dani se queda para acompañarme a partir de aquí. Va de paseo, haciendo equilibrios sobre la bici para poder ir a mi velocidad, observando la dantesca escena. Pienso: Vamos Juankar, ya han pasado 20 kilómetros, ya queda menos. 

En esta segunda subida me adelantan una pareja de chicos majísimos que hemos conocido estos días, el es madrileño y ella mejicana, siempre van entre las últimas posiciones y los vemos llegar a meta otros días cuando nosotros ya estamos duchados y hemos llegado hace horas. Tienen mis más absoluta admiración. Saben sufrir y por encima de todo, siempre conservan el buen humor. Siempre. Su ritmo no será alto pero les lleva allá donde se proponen, y no en vano, su "currículum" lo dice todo: han completado y disfrutado la TransGermany alemana, La BC Bike Race en Canadá, El reto de los volcanes en Costa Rica, y un largo etcétera. Impresionante.

En esta ocasión me adelantan y no puedo seguir su ritmo, me empiezo a encontrar fatal con la fiebre, y el dolor de cabeza. Aprovecho y les pregunto si llevan algún Paracetamol o similar. Me dicen que sí!!. Gracias amigos. Me han dado la vida. 

Me tomo el Paracetamol y al poco, parece que los sudores han parado un poco y me encuentro mejor. Tengo que aprovechar esta inyección de salud para intentar subir un poco el ritmo en la última subida y quitármela cuanto antes. Me autoengaño pensando que la carrera realmente termina en el kilómetro 50, ya que luego todo será "dejarse llevar" hasta meta. 

Parada para una foto en un precioso lago

Antes de culminar la última subida, Dani me da un gel con cafeína, a ver si "espabilo". Voy subiendo un pelín mejor, logro alcanzar y adelantar a mis ángeles de la guarda del Paracetamol, a un par de equipos Israelís más, y llegamos al avituallamiento. Donde están ya recogiéndolo.... uff... si que vamos atrás hoy!

Afrontamos la bajada! Sólo pensar que vamos a lograrlo me hace ir animado, bajamos Dani y yo juntos y bastante bien. De repente, a falta de veintipocos kilómetros a meta nos encontramos un tapón enorme, con unos 50 bikers parados. En  una bajada rápida de hormigón rallado en mitad de un bosque, ha habido un accidente. Allí llevan por lo visto un buen rato los médicos y llega el helicóptero para evacuar. Tiene mala pinta la cosa.

Nos juntamos con una pareja (mixta, como la Mahou) de catalanes muy majos que hemos conocido estos días y con Manolo y Antonio (Ratas del Desierto). Según nos informan, una chica se ha despistado y se ha caído, dando con la cabeza en el hormigón, por lo visto se ha destrozado la cara y los dientes.

Tras la evacuación, nos han dado vía libre, y hemos pasado junto a un charco de sangre. Un charco que indica un sueño frustrado a falta de una veintena de kilómetros. Le envío toda la fuerza posible y espero que se recupere y todo quede sólo en un susto. Y si lo desea, pueda volver otro año, a completar esta aventura.

La verdad es que estas cosas dejan muy mal rollo en el cuerpo. Te bajan de golpe a la realidad, y los tiempos, el estado de forma, la fiebre, el sufrimiento pasan a ser cosas banales, a un segundo plano.

Ahora en un grupo tan numeroso, afrontamos los nerviosos kilómetros de llaneo finales. Dani se pone a tirar, pero a un ritmo, excesivamente elevado para el estado de salud que estoy. Bueno, para el mío y para el de muchos, porque se va junto con los que se encuentran más fuertes de este grupo, quedándonos el grupo más numeroso por detrás.

Las Ratas del Desierto me acogen, y me llevan a rueda con ellos, vigilando en todo momento que no me quede. Antonio parece que va con las fuerzas justas también, y Manolo va tirando de nosotros. Me encuentro mejor que kilómetros atrás y en ocasiones puedo darle tímidos relevos. Junto con nosotros, también el matrimonio de catalanes (mil perdones, pero no recuerdo los nombres). Entre tanto "guiri" rodador, hemos "hecho patria" y vamos "cuidando" unos de otros, ofreciéndonos rueda y vigilando que ninguno se quede.

Más adelante, Dani ha parado el ritmo para que contactemos con él. A partir de ahí, se produce la asociación Ratas-Jabalís y Manolo y Dani van turnándose tirando, mientras Antonio y yo vamos como podemos a rueda, sin dar un relevo y a un ritmo que nos cuesta no quedarnos descolgados. He debido recuperarme algo, porque puedo ir con el plato grande y aguantar más o menos cómodo a rueda.

Ahí esta la meta! Dani! No me lo puedo creer!! Dani, lo hemos conseguido!. Otro día histórico para el Jabalís Team!!

Cruzando la soñada meta de Riva del Garda

Lo hemos logrado Jabalí !!

Nada más cruzar la meta y celebrarlo con Dani. Una mezcla de emoción y liberación me embarga.

Se me escapa una frase en voz alta a la persona que ha estado siempre presente en este reto, desde el principio, día y noche: "Lo he conseguido. Lo he conseguido". 

Cierro los ojos y mi cabeza viaja a miles de kilómetros de allí. "Hablo" en mi cabeza con esta persona, y unas lágrimas se me escapan. Buff!. Es una liberación de tensión muy grande. Llevo una etapa de una carga emocional muy alta a nivel personal como ya comenté antes de venir aquí. Una tensión que se ha entremezclado inevitablemente con esta TransAlp, y que me ha hecho centrarme por todos los medios en llegar a completar esta aventura, en cumplir una promesa en mi cabeza, por encima de cualquier cosa, y, a mi manera, demostrarle a esa persona y a mi mismo, que todo, absolutamente todo, puede conseguirse. Este reto es tan suyo como mío.

 Cierro los ojos, y mi cabeza vuela a miles de kilómetros de allí...


Con unos kilos de menos, unas ojeras de más y febril: Conseguido.

Ver la cara de las otras parejas de compañeros de aventura, especialmente las de Antonio y Manolo  (Ratas del desierto) abrazándose, hace que sea imposible no dibujar una sonrisa contagiosa. Nos abrazamos todos, estamos en un estado emocional que es difícil de describir. Creo que a todos se nos agolpan innumerables sensaciones en nuestras cabezas.

Las Ratas del Desierto (Almería): Manolo y Antonio: Finishers!. Unos cracks.

 Momentos con la emoción a flor de piel.
Aquí estamos 8 etapas y 22.000 kilómetros después. Lo hemos conseguido! 

Recogemos nuestro merecido maillot de Finishers y nuestra medalla, y lo regamos con cerveza.

 Jabalís Team: Finishers!
 La ya clásica foto del Jabalís Team. Espero que mordamos muchas más medallas.

 En este precioso escenario termina la aventura.
Imagen del espectacular Lago Di Garda

Comemos, hacemos todos los trámites de lavar bici, embalarla, etc. y ya por la noche, todos los equipos liberan tensiones en una fiesta multinacional. La alegría de la aventura cumplida no tiene fronteras. La fiebre me impide ir a la fiesta. Ceno algo y me marcho a mi colchoneta a terminar de escribir estas últimas líneas en mi cuaderno de viaje.



Gracias a todos aquellos que me habéis permitido compartir vuestros sueños y haceros partícipes de los míos.

Otras aventuras, otros retos, de diferentes índoles, llegarán, pero ahora, a asimilar todas las sensaciones vividas, todas las experiencias. Porque cuando uno se embarca en una gran aventura, siempre es otra persona diferente la que vuelve.

Espero, allá por donde he ido y con la gente que he convivido, haber dejado una buena huella. Al menos, cercana a la que han dejado en mí.


Juankar.


ST,SM,SN.


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domingo, 14 de agosto de 2011

ETAPA 7 de 8: SAN MARTINO - TRENTO (22-Julio-2011)


  • Distancia: 122 km.
  • Desnivel acumulado: 2.598 m.
Hoy nos levantamos y tenemos por delante la etapa más larga de esta TransAlp 2011: 122 km nos esperan. 

A pesar del tiempo perdido el día de la hipotermia y el día de la pérdida, ayer logramos escapar del cajón de "D" y hemos ascendido al "C", del que salimos hoy. No tiene mucha importancia, pero al menos te quitas un poco de tapón inicial, y podemos estar los ratos de la parrilla antes de comenzar, junto con nuestros amigos los RedCiclista.com (Paco y Jose) y Los Ratas del Desierto (Antonio y Manolo).

El Jabalís Team y Las Ratas del Desierto en la salida de San Martino di Castroza.

Por vez primera la carrera no comienza subiendo un puerto nada más comenzar, sino que empezamos con diferentes sube/bajas. Esto hace que la carrera no se estire y se produzcan tapones importantes en los que nos quedamos a ratos parados. Terreno muy rompepiernas, sobre todo para estas alturas ya de carrera con 6 días seguidos de dura ruta.

 Tramos iniciales del día, antes de estirarse la carrera
Para abajo!!

Sigo fastidiado de la garganta y con la escasez de fuerzas que da el estar medio febril (debo tener sólo unas décimas, estoy mejor que ayer) pero voy aguantando más o menos bien, como sucediera ayer. Dani ha superado ya sus problemas iniciales y se encuentra fuerte. Llegamos sin complicaciones serias hasta el kilómetro 30, donde tenemos la subida importante del día. Y tan importante! Un puerto por pista y grava de unos 25 km sin descanso!! y con una pendiente considerable y mantenida, tal y como reflejaba el perfil de la etapa.

Este es sin duda el tipo de terreno que mejor viene a mis características. Nada más empezar, nos pasan unos cuantos bikers, debido a que no tengo mucha fuerza, pero no me cebo con el ritmo de nadie, sé que este tipo de subidas son tanto o más de cabeza que de piernas.

Efectivamente, la subida se hace muy larga para muchos, es un esfuerzo, que sin ser extremo, es alto y constante. Un esfuerzo que hay que mantener durante varias horas sin que haya ningún tipo de descanso ni "distracción". Vamos "recogiendo cadáveres" a lo largo de la subida.

Hasta la mitad hemos idos tranquilos, voy con las fuerzas justas y he decidido ir dosificando y guardar un par de puntos para afrontar el final con garantías, es decir, ir de menos a más. Dani se queja de "cuándo va a terminar esta subida!", se encuentra fuerte, pero no le gustan nada este tipo de ascensos tan prolongados y monótonos. Va a tirones, a ratos pega hachazos importantes, adelantando a gran cantidad de bikers. Yo por mi parte, con mi ritmo constante, el cual poco a poco voy elevando, voy adelantando a todos esos bikers también. Que van viendo como son superados por el Jabalís Team a un ritmo muy elevado.

Vamos ambos subiendo fuerte y sincronizados. No paramos de adelantar gente y según se acerca del final del puerto, cada vez más. Creo que es la vez que más adelante estamos situados en carrera desde que comenzamos esta TransAlp.

El único "problema" es que a pesar de los dos bidones que llevo, y que me está sobrando con ellos todas las etapas. Tal y como estoy medio febril, sudo muchísimo más de lo normal y estoy bebiendo bastante más de lo habitual. Y como esta gente de la organización pone 2 avituallamientos aunque la etapa tenga 122 km. voy bebiendo mucho menos de lo que me apetece, para dosificar, y esto no me gusta, estoy pasando mucha sed.

Llegamos a la cima del puerto y las condiciones climatológicas son acordes a la altitud. Paro para colocarme el chubasquero e iniciamos el descenso.

Incluso en condiciones favorables como es bajando primero por pista y luego un buen rato por asfalto, no me encuentro bien, estoy como con una pájara. Incluso con terreno favorable, voy perdiendo posiciones.

Termina la bajada y comenzamos el llaneo. Efectivamente, voy con una pájara de las que hacen historia, y sin nada de agua. Ya no sé si es por la falta de hidratación, por lo que estoy sudando tal y como estoy. Podría hacer mil conjeturas, pero lo único cierto es que estamos en el llano y no consigo ni siquiera mantener el plato grande.

Dani intenta ponerse delante y tirar de mí. Yo voy maldiciendo a la organización por su escasez de avituallamientos con frases que no puedo reproducir, y voy pensando "Cuando llega el avituallamiento???!!!". 
Al final llegamos e intento hacer una parada un poco más larga de las rapidísimas paradas que hacemos habitualmente.

Bebo en abundancia, como barritas, plátano, naranja y recargo bidones. Dani está impaciente, nos están adelantando los que habíamos adelantado en la subida. Partimos. Nos esperan aún 35 kilómetros de llaneo por delante con algunos pequeños repechos en medio.

Dani se pone a tirar, pero no puedo seguir ese ritmo. Intenta adecuarlo a mí, para llevarme a rueda, pero no hay manera. Finalmente tengo que ver irremediablemente como se marcha.

Me ha tocado ver como grupos y grupos me adelantaban sin poder acoplarme a rueda de ninguno, estaba completamente vacío. Los ratos de viento, en solitario he sufrido como un perro. sin poder poner ni siquiera el plato grande, a pesar del terreno favorable.

Finalmente he llegado hasta la alfombrilla de meta, donde Dani estaba esperándome. Han adelantado la meta hasta el kilómetro 116. A partir de ahí hasta el 122 se ha ido "neutralizado", es decir, ese tiempo ya no contaba. Esto ha sido debido a que Trento es ya una ciudad grande, y entrar disputando carrera por sus calles con el tráfico abierto, semáforos, glorietas, pasos de cebra, etc. podía ser peligroso.

A pesar de la pájara, hemos entrado en la posición 155. No está mal!. Esto nos indica que a la parte de arriba del puerto debimos llegar en muy buena posición. Probablemente, no muy por encima del puesto 110 ó 120.

Esperemos poder recuperar algo de fuerza de cara a mañana y mejorar de la garganta... sino nos arrastraremos como sea!! tenemos que ver ese arco con el Lago di Garda de fondo, que será testigo del final de esta aventura. Ya esta cerca, tenemos que lograrlo!.

 Llegada neutralizada a Trento

 Catedral de Trento


 Piazza del Duomo

Vista de la plaza y la Catedral 

Algunos edificios que me llaman la atención




martes, 9 de agosto de 2011

ETAPA 6 de 8: ALLEGHE - SAN MARTINO (21-Julio-2011)



  • Distancia: 73,38 Km.
  • Desnivel Acumulado: 3.156 m.

Comienza el día, y nada más levantarme me doy cuenta de que el día de ayer me va a pasar factura. Me levanto con dolor de garganta y me cuesta hablar. Tengo placas y sin duda algo de fiebre, esta noche he estado sudando mucho.

A pesar de la hipotermia de ayer, no pensaba que fuera a ponerme malo. Pero no queda otra que subirse a la bici y dar pedales. Aquí no hay que pensar.

Por delante, la temida 6ª etapa de esta edición de la TransAlp, la etapa reina. En la charla de ayer, nos comentaron que en la cima de uno de los pasos, habría una sensación térmica de 5ºC y daban para el día de hoy una probabilidad de lluvia del 50% (que no tienen ni idea si va a llover o no vaya!).

Comenzamos la etapa y se producen varios tapones y hay que echar pie a tierra e incluso estar parados completamente durante un rato. Han metido zonas de senderos que hay que pasar de a uno demasiado pronto, cuando la carrera aún no está estirada y esto provoca grandes atascos. En estos atascos veo que Dani está parado unos metros por delante. Oigo que me gritan desde un poco más atrás: "Jabalís!! Cuidado con las Ratas que ya os tenemos ahí!!" jeje son Manolo y Antonio, que en el atasco están cerca, unos metros detrás nuestro, e intentan meternos presión!. La verdad es que al parar tanto está gran parte del pelotón agrupado en pocos metros.

Llevo la fiebre y las noches sin dormir marcadas en la mirada.

Comenzamos a subir y enseguida me doy cuenta que estoy sudando muchísimo, cuando habitualmente soy de sudar muy muy poco. Efectivamente, no me encuentro bien. No puedo seguir el ritmo de Dani, y este se marcha.

Hoy tenemos unos pateos duros duros, de los de sufrir muchísimo los riñones. Y alternando con ellos, subidas ciclables de muchísima pendiente y de una longitud para la que es imposible entrenar en otro lugar que no se allí. Nunca había visto puertos de tantísimos kilómetros con una pendiente constante tan grande. Esta claro, los 3.156 metros de ascensión acumulada tienen que estar en algún lado. Y vaya si están!

 Majestuosas montañas, testigos mudos de nuestra aventura.

Siempre hacia arriba! 

Impresionante escenario.

Intento dosificar y hacer la etapa con mucha cabeza, mi cuerpo no está hoy para excesos. Veo a Dani sólo cuando hay algún punto de control (suele haber un par de ellos repartidos por la etapa, normalmente en los avituallamientos, que hay sólo 2 por etapa) que está esperando allí para no pasar con más de 2 minutos de diferencia. No me importa mucho, ya que estoy acostumbrado a ir a mi aire.

Ya en la última subida del día se queda conmigo y me cuenta que ha estado por delante un rato picándose con Jose y con Paco. 

 Pensando en mis cosas. Tiempo no falta.

 Como echo de menos el verano español.

Mi compañero Dani en acción.

Los pasos por los puertos son impresionantes. La temperatura es efectivamente muy baja y no parece una imagen de verano ni mucho menos, pero la verdad es que el día esta respetando bastante.

Los últimos kilómetros comienza a llover, pero ya nos queda poco para llegar a meta y es casi todo hacia abajo.


Llegando a meta.

El punto negativo del día para mí, es que en la bajada he visto un par de accidentados. Uno de ellos le estaban atendiendo insitu los médicos con suero puesto y todo, no tenía ninguna buena pinta. Unos kilómetros más adelante otro biker yacía en el suelo cubierto con la manta térmica y siendo atendido de urgencia por la ambulancia. Estas cosas si que me dejan mal cuerpo, todo lo demás, de tiempos, clasificaciones, estados de forma.. son nimiedades, al fin y al cabo sufrimos pero esta es nuestra manera de pasar las vacaciones. Espero que no sea nada grave y todo quede en un susto.

La verdad es que la organización tiene un poco de ocultismo alrededor de los accidentes y no dan información de ningún tipo. Ni siquiera para tranquilizar.

Por nuestra parte, llegamos a meta sin más complicaciones. Parece que las etapas más duras son las que menos problemas estamos teniendo y las que a priori eran las más suaves, son las que por una cosa o por otra estamos pasando calamidades. 

A pesar de estar malo, he ido con mucha cabeza y no muy rápido, pero sin pausa. No se ha dado tan mal. puesto 151º, y a pesar de todo el retraso acumulado en las anteriores etapas... mañana salimos del Cajón "C"!!!. Eso quiere decir que hemos recuperado bastantes puestos. Pienso que, al igual que a mí, a la gente le está pasando factura también el día de ayer, así como el cansancio ya acumulado de día tras día de estas animaladas.

Hoy de regalo, para ducharse hay que ir como 300 metros por la calle (lloviendo) vestido con una toalla y chanclas. Estos romanos están locos.

Mañana nos esperan 122 kilómetros por delante, esto es un no parar. La verdad es que unos por unos motivos personales y otros por otros, comenzamos a tener "morriña" de nuestros seres queridos y ganas de estar de vuelta. 8 etapas más el día inicial, sin dormir casi, comiendo una sóla vez al día (a las 6 o 7 de la tarde) un insípido plato de pasta siempre, ducha de agua fría, colas para todo, se hace un poco largo.

Espero levantarme mejor mañana de la garganta.

 Foto en San Martino di Castrozza.

Vistas.








ETAPA 5 de 8: ST.VIGIL - ALLEGHE (20-Julio-2011)



  • Distancia: 73,59 Km.
  • Desnivel acumulado: 2.618 m.
Como indicaban las peores previsiones, el día amanece lluvioso, frío y con niebla en las zonas altas. Según dicen las malas lenguas, así va ha estar el resto del día.

Vemos que Jose se está haciendo un invento de cubrebotas, con trozos de una bolsa de basura y precinto, la idea nos parece buena, y hacemos lo mismo. Si podemos ir un rato con los pies secos, mejor.

 Jose ayudando a paco a tunearse los pieses

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Charlo un rato con Esteban, amigo del equipo de bomberos de Costa Rica, el cual está que se sube por las paredes, ya que se lesionó de la rodilla en la 3ª etapa y le van trasladando por las mañanas en furgoneta hasta el destino de la etapa. Su compañero sigue en carrera y el está aburrido y con muchas ganas de reincorporarse, aunque ya no podrá ser Finisher, pero poder disfrutar de las etapas junto con su compañero.  Pero el médico no le da buenas noticias cada día.

También bromeamos con nuestros amigos Manolo y Antonio (Ratas del Desierto) de Almería. Que con su perfecta equipación y complementos bromean de nuestros cubrebotas caseros.

Suenan los AC/DC como cada mañana, y salimos con nuestros ánimos emborronados por la lluvia. La preocupación está marcada en la cara de casi todos.

Comenzamos subiendo (que raro) un tramo por carretera, con las ruedas escupiéndonos gran cantidad de agua. Parece que lo de ayer no fue casualidad, y hoy continuamos encontrándonos bien, y adelantando posiciones, cogiendo a un grupo, dejándolo, cogiendo a otro. Así hasta que nos adentramos en una larga subida por suelo de grava, en la que hay que poner casi todo el desarrollo y aguantar así hasta la cima que no llegará hasta el kilómetro 20.

Vamos adelantando gente constantemente, pero la lluvia y sobre todo, el frío, se intensifican según vamos sumando metros de ascensión. Mi gran enemigo: el frío, y yo, volvemos a vernos las caras. Y casi siempre gana él.

Al fin coronamos el puerto, y las condiciones arriba son muy malas. La humedad, la niebla y el frío se alejan mucho de lo dicta la época del año en que estamos. Paramos un segundo, para abrigarnos y ponerme los guantes (los he llevado quitados en la subida para que no se me mojaran). Llevaba los guantes dentro del maillot y al sacarlos están empapados por el sudor, al llevar puesto el chubasquero.

Al intentar colocármelos, Dani se desespera que tarde tanto. Pero la verdad es que tengo las manos tan heladas e insensibles que me cuesta mucho ponérmelos. Malo.

Comenzamos la bajada, por piedra suelta, sigo más o menos la estela de Dani, que es un buen bajador, y vamos adelantando bikers. (el nivel general de la gente de aquí bajando por piedras es muy muy bajo).
Pero pasados pocos minutos me doy cuenta de que no siento nada las manos. Decido soltar la estela de Dani y bajar más despacio, por seguridad. No noto nada la maneta de freno.

Poco a poco voy perdiendo, de manera proporcional, temperatura y velocidad. No deja de adelantarme gente. Empiezo a notar que estoy tiritando y que la cabeza ya me está jugando malas pasadas y no puedo pensar con claridad.

A ratos me bajo de la bici, y a ratos me subo a ella. De mi cara cuelgan mocos y babas que se me congelan y no atino ni a quitármelos. Es difícil describir la sensación, es como ir borracho, como ver las cosas en un sueño y como una pérdida de ánimo, como un abandono. Y aquí tengo que dejar un hueco en el relato, porque tengo una laguna y no recuerdo con exactitud el rato siguiente.

Recuerdo llegar al final de la bajada, donde Dani me esperaba para pasar por la alfombra de control del chip (por la que no podemos pasar con más de 2 min. de diferencia si no queremos ser sancionados o incluso apartados de la carrera si sucede en más de una ocasión) sorprendido de que tardara tantísimo y tantos bikers me hubieran adelantado.

Había un avituallamiento. Mientras Dani me decía cosas, yo no podía dejar de combulsionarme de tiritona. Me entró una especie de llorera sin sentido. Las lágrimas se mezclaban con los mocos y las babas que me colgaba de la nariz y la boca y no podía pensar con claridad, era como una pesadilla. Intenté coger una barrita y comérmela, ... pero no podía masticar.

El médico se encontraba allí y me introdujo en una furgoneta grande. Me pusieron una manta de esas de térmicas de "papel albal" y encima una especie de edredón. Pero cada vez tiritaba más. La imagen debía ser dantesca. Dani asomó por la furgoneta... y al verme lleno de babas, combulsionando tantísimo de frío, supo que mi TransAlp había terminado. El médico además le hizo indicaciones de que yo no iba a poder continuar. Así que, tomó la decisión de proseguir para no coger frío.

Me pusieron junto a un fogón, me dieron bebida isotónica calentada en una perola al fuego. Pero no era capaz ni de sostener el vaso. Junto a mí, un Alemán y un Sudafricano, que, aunque bastante mejor que yo, estaban también con mala pinta.

Estuve cerca de una hora sin poder articular palabra, ni poder dejar de tiritar. Después de este tiempo parece que la Hipotermia pasaba y los temblores comenzaban a desaparecer. Me quité el edredón a ver qué tal... y me entraba la tiritona otra vez. Buff!

Poco rato después me informa el doctor que ya está llegando una ambulancia y me van a llevar al pueblo de finalización de la etapa.

Pero, mi cabeza ya está descongelada y puedo volver a pensar. Estoy aquí porque me mueve un motivo muy especial para mí. Este reto, esta aventura, se me ha mezclado de manera intrínseca a un tema personal que ha trastocado el eje de mi vida. Y me he prometido luchar, aquí, y fuera de la bici. Esta aventrua es la única motivación que tengo, es a lo que me he aferrado. Y me he prometido completarlo, para desde el silencio dedicárselo con todo mi alma a una persona. Sólo pienso hasta ahí, después ya pensaré. Pero ahora mismo no hay nada más.

Le digo al médico que voy a continuar, y me dice que no puedo continuar, que ya he pasado el peor rato, pero que aun así no puedo salir al frio de fuera (o algo similar). Le miro y le digo : "I need try it!". Más por mi actitud que por entender mi inglés, decide pasar de mí.

Le pido unos guantes de latex (los míos están chorreando), me los pongo y salgo para afuera. Además, me han informado, que la segunda subida del día ha sido anulada su parte final por el temporal de frío y nieve.

Así que sólo quedan veintitantos kilómetros para meta. Con una hora y media perdida, continuo mi marcha, intento ir deprisa para coger temperatura, voy adelantando a algunos rezagados y aunque tengo mucho mucho frío (más del que hace realmente), la hipotermia ya ha pasado.

Sufro, pero llego al punto en el que se toma el tiempo del chip y la etapa se da por concluida, ya que, como me dijeron, la subida final ha sido anulada.

Eso sí, ya finalizada la etapa y sin contar para la carrera, para ir al pueblo de destino, hay que subir un puerto de carretera y después bajar muchos kilómetros por carretera también. Las condiciones son horribles. Arriba del puerto me meto en un bar.... esto es un oasis!! me tomo un café ardiendo (rodeo la taza con las manos y ni me quemo!) y continuo mi marcha.

La bajada se hace larga por el frío y la lluvia. Sigo las indicaciones de carrera y al fin llego con un grupo al pueblo. Y al llegar me dicen que el campamento está 4 kilómetros más atrás, por donde hemos pasado hace un rato..... si tuviera fuerzas mataba a alguien de la organización con mis propias manos, pero no puedo ni discutir. Vuelvo para atrás por inercia más que por fuerza y llego al campamento donde me reencuentro con mi compañero, que se queda muy sorprendido de que haya terminado la etapa.

La organización, contabiliza mi tiempo, y además nos impone una sanción (penalty time) de 30 minutos por llegar con más de 2 minutos de diferencia entre Dani y yo. Con lo que aparecemos en la clasificación de la etapa en el puesto 207. Me da igual. Hemos logrado entrar dentro del tiempo establecido y no estamos fuera de control. Seguimos en carrera y con las posibilidades de ser Finishers intactas.

A veces es difícil saber donde esta el límite del ser humano, la barrera de lo racional. Hoy me he dado cuenta  de que si lo que te mueve es un sentimiento realmente fuerte, algo que te importe muchísimo, puedes traspasar esos límites.

Mañana será otro día.







lunes, 8 de agosto de 2011

ETAPA 4 de 8: BRIXEN - ST.VIGIL (19-Julio-2011)



  • Distancia: 72,13 Km.
  • Desnivel acumulado: 3.504 m.
Esta mañana nos levantamos (cada día con peor cara) con el reto de afrontar la 4ª etapa. La etapa reina de esta TransAlp 2011 junto la 6ª etapa (la de pasado mañana). Nada más y nada menos que 3.504 metros de ascensión acumulada por delante!

Después de la película de terror que el Jabalís Team vivió ayer, en la salida nos dirigimos directamente al cajón de salida "D", ganado a pulso por nuestros propios deméritos, sin tener que consultar listado ni nada.

Salimos como comienza ya a ser un clásico, partiendo desde el final y adelantando equipos constantemente. Dani se encuentra bien y parece que cerca ya del buen nivel de antes de venir a esta aventura, y yo me encuentro estupendo, sin desgaste excesivo de las etapas anteriores. Esto hace que cuando la cosa se pone hacía arriba, los rivales vean como los pequeños bikers "Trek Subaru" les pasen ambos sin posibilidad de cogerles rueda. Spanish Power!

El Jabalis Team subiendo cómodo y remontando posiciones

Así hasta que vamos llegando a posiciones en las que ya los equipos van siendo de un nivel de forma parejo al nuestro y los adelantamientos se producen mucho menos.

Tras la primera subida, y su posterior bajada, cambiamos de montaña cruzando un espectacular río que las separa. Parece que estemos en Canadá! Impresionante.

 Pateando

 Espectaculares paisajes



Tras esto comenzamos de nuevo a subir, y somos "agraciados" con unos pateos de infarto. Empujar la bici por terreno tan empinado y durante tanto tiempo es justo lo que le venía bien a mis ya tocadísimos riñones.. uff. Hay un momento que tengo que parar de andar, y tumbarme boca arriba en el suelo unos segundos para relajar la zona lumbar.

Con la parada, ya no veo a Dani, debe andar un poco por delante. Parece que llegamos a una zona, que, aunque dura, es ciclable y volvemos a hacer lo que se nos supone, dar pedales.

Un poco más adelante, otro pateo terrible, bajo un sol de justicia (de calor no me quejaré nunca), mi estomago empieza a tener movimientos extraños, llevo un rato intento ignorarle y seguir pateando, pero me están entrando los sudores de la muerte, aguanta y patea Juankar.... 

...ante la sorpresa de los compañeros de empuja-bike, tiro la SantaCruz y salgo corriendo por una pradera lateral mientras voy tirando el maillot y los guantes con un poco menos de gracia que Rita Hayworth en Gilda. Me voy tras un mini-pino (en el que me está viendo media carrera pero me da igual) y hasta aquí puedo relatar. Arranco del suelo unas hojas extrasuaves de triple capa con olor a lavanda y notas balsámicas y soluciono el tema.

Cuando me estoy vistiendo, oigo a Dani gritar: Jabalíiiiii. ¿?¿? Resulta que cuando iba por delante mio, se ha equivocado en un desvío y se ha ido para otro lado, e iba por detrás mía. Me espera un segundo a que me adecente y pateamos juntos un rato para arriba, hasta volver a subirnos de nuevo a la bici.

El Jabalis Team subiendo a buen ritmo 

Finalizamos la subida con buenas sensaciones y en un marco impresionante

Unos cuantos sube-bajas que solventamos sin problema y llegada a St.Vigil.

Hemos solventado una de las etapas más duras de esta TransAlp, de manera bastante decente, aunque los pateos y los largos puertos han hecho que sea una etapa realmente dura, hemos podido cubrirla en 6 horas y 36 minutos, en el puesto 155 de nuestra categoría (creo que quedan unos 240 de nuestra categoría en carrera, no estoy seguro, porque cada vez van apareciendo menos en las clasificaciones).

Que descanso se siente al pasar por cada arco de meta!

Estamos alojados en una pista de baloncesto, y mañana nos espera una etapa de "descanso" (eso nos decimos para autoanimarnos/autoengañarnos) de tan "sólo" 2.618 metros de ascensión. Lo malo es que ahora mismo está lloviendo... veremos como amanece mañana.

 No Shoes!

Nuestra compañera inseparable estos 9 días. La acreditación